Ella se iba de viaje. Puso un beso y un abrazo en la maleta.
Era algo que le enviaban a quien ella quería mucho.
Pero puso algo más en su valija: cositas ricas para sus seres queridos, sueños, preguntas, alegrías y tristezas.
Mientras viajaba serena hacia su Córdoba natal, dentro de la maleta había un festival. El abrazo rodeaba amorosamente a la ropa doblada prolijamente que comenzó a desarmarse ante tanta ternura.
El beso, comenzó a multiplicarse en cada cosita rica, en los sueños, las alegrías y así también transformó a las tristezas.
Cuando llegó a destino,miró su equipaje y sintió que algo había sucedido.
Al abrir la valija, la sorprendió una explosión de alegría que salía mágicamente transformando ese beso y el abrazo en un aroma parecido al amor.
Lo invadió todo haciendo que la armonía reinara en ese viaje.
María Silvia Rodriguez 13/11/2012